


Núria Soley trabaja con un pequeño soplete que produce la llama más liliputiense, abrasa quizá por el calor de quien la maneja. Con herramientas pequeñas convoca una fiesta a la que acude mucha gente, sobre la mesa el fuego salta de alegría y ella para celebrarlo le lanza confetis (pequeños trocitos de papel en colores, normalmente redondos, que son lanzados al aire en fiestas, cumpleaños, etc...) y que esta vez tambien son utilizados para producir una reducción a la medida.
1 comentario:
Incansable esta mujer, no respiro en dos días y siempre con la sonrisa puesta.
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