



Miraba a través de las llamas, incapaz de apartar la mirada. Cuando era chico no le dejaban acercarse demasiado y a el le encantaba acariciar las lumbres con un palo. Ahora las mira, juega con ellas, las provoca, absorto en sus movimientos, en sus colores, atento a sus mínimas reacciones como si le trasmitieran algún tipo de sabiduría antigua.
Buscar el equilibrio envuelto en humo y la belleza camuflada en hollín.
Buscar el equilibrio envuelto en humo y la belleza camuflada en hollín.
1 comentario:
ese Miguel...arriba el molet...entre hollín, humos y chispas..aupa la ostia
splete en mano estas mu atractivo
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